La Biblioteca Ernesto Sábato, en Villa Rosa, partido de Pilar, atraviesa una situación acuciante tras once meses de no percibir el subsidio que debía abonar el gobierno de María Eugenia Vidal, ni recibir tampoco ningún apoyo del municipio conducido por Nicolás Ducoté. En ese marco, el concejal Federico Achával se hizo presente en la institución para visibilizar su caso.
10-07-2017
Tras hacerse público el reclamo de la Biblioteca Ernesto Sábato, en Villa Rosa, partido de Pilar, que está por cumplir un año sin recibir el subsidio que percibía del gobierno provincial y que le corresponde por Ley por ser una biblioteca popular, el concejal y candidato por el Frente Ciudadano, Federico Achával, se hizo presente en el lugar para interiorizarse sobre la situación que atraviesa la entidad.
En este marco, el edil relató que la institución "está sufriendo las consecuencias de las políticas públicas en las que el Estado empieza a abandonar todo lo que tiene que ver con la educación popular y comunitaria"
La Biblioteca es una institución popular, que cuenta con más de 20 adultos y más de 80 chicos que se forman allí con apoyo escolar y terminalidad de estudios primarios, pero hace once meses que no perciben el subsidio que por Ley les corresponde a entidades como esta, y con la que se solventan los gastos de mantenimiento que incluye además, el sueldo para la bibliotecaria, cargo imprescindible y obligatoria, a su vez, para que la Biblioteca funcione y sea reconocida oficialmente como tal.
Históricamente, esta clase de sitios pudieron crecer gracias al acompañamiento de la comunidad y de los Estados locales y provinciales, pero al menos en Pilar, ninguno de los dos pareciera tener interés en garantizar la continuidad de sus existencia.
Es probable que quizá, tratándose de gobiernos tan afectos a las redes sociales y los beneficios de la informática, la comunicación y la globalización, crean que los libros son historia antigua pero por suerte no lo es para los vecinos de Villa Rosa ni para muchos de los chicos que a diario visitan el lugar, recorren las estanterías, utilizan los ejemplares allí exhibidos para sus tareas y hasta, al igual que antaño, se llevan prestado alguno para leer en la casa.
Por otra parte, Achaval remarcó que "no reciben el subsidio que deberían recibir de la provincia y tampoco tienen ningún tipo de acompañamiento desde el municipio"
Mientras que la bibliotecaria explicó: "La provincia no dice que nos sacaron el subsidio, nos dicen que hay un retraso, pero ya vamos por el mes 11 que no recibimos un centavo".
Achaval llegó acompañado por la también candidata a concejal por el Frente Ciudadano Lizzie Wanger, quien destacó: "Hemos pasado de un Estado de ampliación de derechos a un Estado de ampliación de sospechas. A una institución que funciona hace años, se le exige hoy entregar un montón de papeles para justificar que esto es lo que es y que existe. Los chicos hoy están juntando papeles para demostrar que van a la escuela y los jubilados lo mismo, para demostrar que son viudos, como si el sistema no lo supiera".
Además, la Biblioteca, físicamente, funciona dentro de un club, que como entidad barrial atraviesa sus propias dificultades. "Recién nos comentaban que los días de frío no se encienden las estufas porque después no pueden pagar la luz", comentó Achával y remarcó: "Hay que acompañar a las instituciones populares que tienen que ver con la inclusión, con sacar a los chicos de la calle, con la igualdad de oportunidades y eso es lo que tratamos de visibilizar, porque son parte de una comunidad que quiere crecer en la educación y en el conocimiento y es una responsabilidad del Estado sostenerla".
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